La luz del faro

A veces el faro es reconstruido mientras cambian el clima y las condiciones. El mismo faro, siempre está estable en la roca. Está ahí para hacer una cosa:  hacer brillar la luz.

Este símbolo trata una conexión con la tierra firme, con lo sólido, con lo real. Una conexión emocional, a través de una luz.

El propósito de la luz a menudo es cambiado. A veces es un aviso, a veces está allí para atraer la atención y a veces está ahí para guiar. Cualquiera sea el propósito, siempre está anclado en la roca.

Tú sabes algo que los otros no saben. Sabes dónde están las rocas, dónde está el problema.

Los faros iluminan en circunstancias adversas, cuando la costa no se atisba con claridad, cuando está nublado.

El único mensaje que emite su luz es de seguridad y confianza. Deja abierta la libertad de elegir cada quien su propio camino. Cuando la luz, es capaz de ayudar a conducir a los barcos a salvo a la bahía, el guardián del faro, queda en silencio y continúa.

Algunas personas pasan por la vida de los demás, intentando ayudar, guiar, tender la mano, dan porque sienten algo maravilloso al hacerlo cuando han logrado salvar o hacer sentir mejor al otro... siguen firmes en la roca y saben que su luz siempre será de ayuda para quien la necesite... Comunicar es puro sentimiento. Los sentimientos tienen la capacidad de calar muy hondo.

 

En la mente tenemos claros y oscuros, pensamientos positivos y negativos que luchan entre ellos. Es por ello que quiero acercar la psicología a un ambiente más cercano, un modo más sencillo de interesarse por temas que surgen a través del pilar más importante: LAS PERSONAS.

 

*La isla de los 5 faros