Síndrome del Acento Extranjero
- Itziar Lorenzo MArtinez
- 15 sept 2014
- 2 Min. de lectura
El síndrome de acento extranjero (SAE) o pseudoextranjero, descrito por Pierre Marie en 1907; es una rara alteración en la producción del habla caracterizado por déficits segmentarios y prosódicos contrastantes bajo parámetros fonológicos normales y sin violar las reglas gramaticales del lenguaje nativo del sujeto.
Se trata de una enfermedad rara que generalmente se produce como un efecto secundario de una lesión cerebral grave, como un derrame o una lesión cerebral.
Esto indica que ciertas partes del cerebro controlan diversas funciones lingüísticas, y podrían provocar daños en el tono alterado o en sílabas mal pronunciadas, causando que los patrones del habla tengan un acento que suena diferente. Más recientemente, hay pruebas crecientes de que el cerebelo puede ser crucialmente involucrado en algunos casos con el síndrome del acento extranjero. Otra teoría es que, a diferencia de un problema como la afasia, los centros del lenguaje del cerebro están completamente al margen. En cambio, la persona ha perdido las habilidades de motricidad fina necesarias para pronunciar los fonemas con su acento de costumbre. Cuando tratan de pronunciarlas, se encuentran que suena como que tienen un acento diferente.
Hay numerosos casos registrados:
En Noruega en 1941, una joven, Astrid L., sufrió una lesión en la cabeza por una metralla durante un ataque aéreo. Al parecer, después de recuperarse de la lesión, se quedó con lo que sonaba como un fuerte acento alemán y fue rechazada por sus compañeros noruegos.
Otro caso conocido es el de Judi Roberts, también conocida como Tiffany Noel, quien nació y se crió en Indiana, Estados Unidos. En 1999, a la edad de 57 años, tuvo un derrame cerebral. Después de recuperar su voz, hablaba con un acento que parecía un acento inglés, pese a que nunca había estado en Gran Bretaña.
Un nuevo caso del síndrome de acento extranjero le sucedió a Linda Walker, una señora mayor de 60 años de la zona de Newcastle. Después de un ataque, su acento normalGeordie se transformó y fue descrito como parecido a un jamaiquino, así como uncanadiense francés, italiano y un acento eslovaco.
Una mujer de Windsor (Ontario, Canadá), después de sufrir un derrame, empezó a hablar en lo que algunas personas describieron como un acento de Terranova.
Kay Russell, de 52 años, sufrió fuertes dolores de cabeza durante años antes de que una migraña muy fuerte lo dejara con un acento francés en lugar de su habitual tono de voz.
En 2008, Cindy Lou Romberg, del puerto de Los Ángeles (Washington) y quien había sufrido una lesión cerebral en 1991, desarrolló el síndrome del acento extranjero tras un ajuste de cuello por su quiropráctico. Una visita al hospital descartó un derrame. Tras esto hablaba con un acento ruso e incluso parecía cometer errores gramaticales de una rusa hablando en inglés, como si este no fuera su idioma materno.
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