Atleta de élite con esclerosis múltiple
- Itziar Lorenzo MArtinez
- 7 nov 2015
- 2 Min. de lectura
La historia de Kayla Montgomery comienza cuando de pequeña era un niña tímida y sus padres le hicieron que practicara deportes. Se convirtió en una de las mejores.
Empezó jugando al fútbol, pero con 14 años un día se desplomó al suelo. Notó una sensación extraña y ahí empezaron las pruebas médicas. Le diagnosticaron Esclerosis Múltiple y el doctor le recomendó no mantener un deporte de contacto.
La Esclerosis Múltiple es una enfermedad crónica del Sistema Nervioso Central. Está presente en todo el mundo y es una de las enfermedades neurológicas más comunes entre la población de 20 a 30 años.
Puede producir síntomas como fatiga, falta de equilibrio, dolor, alteraciones visuales y cognitivas, dificultades del habla, temblor, etc. El curso de la EM no se puede pronosticar, es una enfermedad caprichosa que puede variar mucho de una persona a otra. No es contagiosa, ni hereditaria, ni mortal. Afecta a las personas al principio de su vida laboral, cuando están iniciando sus proyectos vitales, y se da con más frecuencia (más del doble) en mujeres que en hombres.
Hasta ahora, no se conoce su causa ni su cura. ¿Qué hacer cuándo te dicen que tienes que dejar de practicar tu deporte, en el que destacas, siendo una adolescente?
Después de acudir al médico, el diagnóstico fue devastador: una esclerosis múltiple muy agresiva que la tuvo postrada, sin sentir nada de caderas para abajo, durante 8 meses. El tiempo, la medicación y la rehabilitación hicieron posible que Kayla pudiese sentir de nuevo sus piernas y decidió dedicarse a correr.
Al principio fue una corredora en la media, luego destacó convirtiendose en una de las mejores del país. Kayla lo pasa mal cuando termina la carrera, de golpe le vienen los síntomas que lleva guardanado y su sentimiento de calor y dolor hacen que se desplome... pero esto demuestra que los sueños son alcanzables aún sin importar cuales son tus capacidades... se siente normal y feliz mientras corre y decidió esforzarse para darlo todo, por si algún día sus piernas dejaban de funcionar.
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