Dependencia al alcohol
- Itziar Lorenzo MArtinez
- 29 jul 2015
- 2 Min. de lectura
El alcoholismo es un estado de dependencia física y psicológica de la persona, que determina una serie de conductas dirigidas al consumo compulsivo y continuado de alcohol.
La presencia de pérdida del control para dejar de beber es un rasgo característico de las personas con dependencia alcohólica. La pérdida de control se refiere a la dificultad para controlar la cantidad de alcohol que se toma una vez que se ha comenzado a beber.
Aproximadamente el 65% de la población española adulta consume con más o menos regularidad bebidas alcohólicas. El 0.2% de mujeres y el 1.2% de hombres presentan dependencia alcohólica, su bien menos del 10% de los afectados reciben tratamiento.
Las personas que presenten dependencia no deben dejar de beber hasta no disponer del soporte psicofarmacológico necesario para afrontar con garantías la desintoxicación junto cla ayuda de profesionales.
El hecho de que el alcohol sea una sustancia legal, entorpece frecuentemente la aceptación de este tipo de problemas. Tanto en atención primaria, servicios de salud mental o servicios especializados para la atención a problemas de adicción, uno de los problemas que surgen habitualmente al inicio de la terapia es conseguir que el paciente sea consciente y valore la gravedad de su consumo de alcohol.
La psicoterapia es un componente esencial del tratamiento del alcoholismo. A grandes rasgos, puede decirse que los objetivos que se persiguen en el camino hacia la abstinencia y abordaje de los daños asociados son: mantener la adherencia terapéutica, prevenir recaídas, incrementar la competencia y calidad de vida y reducir la posible comorbilidad psiquiátrica del paciente alcohólico (Guardia, Jiménez-Arriero, Pascual, Flórez y Contel, 2008).
Uno de los primeros objetivos de la intervención psicológica se refiere a evaluar el compromiso de abstinencia de la persona para conocer su nivel motivacional en relación a dejar de beber alcohol.
Aceptar la enfermedad es un paso esencial de la psicoterapia.
A lo largo del tratamiento, el deseo de consumo se convierte sin duda en un objetivo de primera magnitud porque es el factor al que se vinculan las recaídas y como consecuencia al abandono del tratamiento. El “craving” podría definirse como un estado emocional y motivacional de sentimientos subjetivos de deseo o necesidad de consumir sustancias psicoactivas.
La terapia de grupo para tratamiento del alcoholismo es útil cuando se utiliza con pacientes en los que está indicada porque: reduce la tendencia al escapismo, permite el insight mediante un proceso de identificación, se centra en la situación de aquí y ahora, se muestra la universalidad vivida de sentimientos y reacciones, se de- muestra que son posibles otros tipos de conducta, es un lugar adecuado para experimentar nuevas conductas y ayuda a contrarrestar la influencia social (Gual, 1994).
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